Un domingo de agosto, fui a la playa con mis padres a realizar una travesía. La travesía la había organizado el colegio “El Valle”. Había que nadar hacia siete boyas ya que así lo exigía la competición en la que me había apuntado mi profesor de natación.
Hacía un tiempo soleado.
Se hicieron dos carreras, una para los pequeños y otra para los adultos. Conmigo participaron otros dos niños. En la de mayores participaron once adultos.
En la carrera de los mayores lo daban todo para llegar hasta la 7ª boya. Solo alcanzaron la última boya mi profesor de natación Alex y Michael. Ninguno de los demás participantes llegó, ni siquiera mi madre, que nada muy bien, pero no pudo llegar a la última boya y abandonó antes de finalizar la travesía.
Los pequeños hicimos un recorrido más corto. No teníamos que llegar a ninguna boya porque los adultos hacían de boyas.
Hice mucho esfuerzo para que no me ganaran mis compañeros y llegué la primera. Mientras nadaba, mis padres y mi hermana Elsa me animaban. Nos lo pasamos muy bien.
Al final de la travesía nos dieron un gorro súper chulo.
Después de la travesía estuvimos jugando un rato en la playa. Fue un día agotador.
El próximo año volveré a participar en la travesía. Me estoy entrenando para participar con los mayores porque será más difícil. Todos los viernes y sábados entreno con Alex para ponerme en forma, aunque cada día mi profesor me lo pone más difícil.
Me encantan las actividades acuáticas, enhorabuena por el trabajo esta muy bien.
ResponderEliminarMe gusta el trabajo, está muy bien. Soy Jenni
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